Ansiedad y control del pensamiento

Durante muchos años fui un atleta de culturismo.

De los 17 a los 33 años, puedo decir que me tomé muy en serio la dieta, el entrenamiento en el gimnasio, el descanso y la actitud mental.

Creo que el mayor legado de esta fase ha sido adentrarse en el conocimiento y los procesos de la mente actitudinal.

La actitud mental es un centinela que pones vigilando tus pensamientos.

En el deporte de competición, se aprende muy pronto que, sea como sea, se obtendrá un resultado. Un resultado claro, medible y registrado que le dirá si gana o pierde.

Ganar o perder.

Nadie entra en el deporte de competición para aprender a perder. Usted participa para ganar. Pero se aprende a perder.

Como el objetivo es la victoria, todo lo que planifiques y hagas se ajustará a la siguiente pregunta: ¿me ayuda a acercarme?

Recuerdo, por ejemplo, que había un viaje programado a la playa con mi familia. Eso fue hace mucho tiempo.

Debía tener unos 22 años. Me fui de viaje y mientras todos los demás comían gambas, calamares empanados, patatas fritas, regados con vino, refrescos y cervezas, yo medía mis raciones de claras de huevo, espinacas, piña y agua sin sodio para evitar la retención.

Había un propósito claro de peso corporal y masa magra que debía alcanzar.

Recuerdo otra vez que fui al cine y me tomé un tapper con carne asada, porque durante la película tocaba una comida proteica. En aquellos años no había batidos y mucho menos proteína de suero.

Cuando abrí el grifo salió el peor olor que se puede sentir dentro de un cine. Era esa vergüenza. Seguí agitando el aire. "¡Stavros, estás podrido!"

Eso es aparte de levantarse a las 5 de la mañana para comer 30 claras de huevo y otras cosas que sólo un objetivo establecido puede explicar.

Los resultados de mis actitudes diarias significaban ganar o perder en una competición.

Los que buscan resultados viven en una ansiedad permanente. Debido a la gran energía que pones en ello y a la disciplina autoimpuesta (que también tiene un precio muy alto) clamas por resultados. Ese es el pago que recibe.

Y así fue también en mis estudios. Lo mismo. Estudias mucho, te quedas despierto toda la noche, te presentas a los exámenes, renuncias a un montón de diversión y te acercas a los profesores en el aula y en la sala de profesores porque necesitas la nota (el resultado).

Hasta aquí todo normal y conocido.

Ahora bien, ¿cómo afrontar la ansiedad que viene en el paquete?

En ventas, cuando tu misión es conseguir clientes en tu empresa, el resultado también es binario.

Has conseguido tu objetivo o no lo has conseguido. Cerraste ese contrato o no lo cerraste.

Todo lo demás, todo lo demás cae en la cajita "estamos calentando el mercado, estamos aprendiendo, es el comienzo, los clientes no tienen presupuesto, es fin de año, es mitad de año, es antes del Mundial, es año de elecciones, es un software que no funciona, es un competidor que es más agresivo, etc.".

Así que todo cuidado y planificación para calibrar sus objetivos y para hacer frente a la ansiedad.

Cuanto más desafiante sea tu objetivo, más crecerás y mayor será tu ansiedad en el camino.

Esa ecuación dictará tu calidad de vida.

La ansiedad no tiene solución. Forma parte del mecanismo de su crecimiento.

Es una sensación de que "la catástrofe está a la vuelta de la esquina esperándonos". Es la sensación de que las cosas están lejos de suceder como necesitamos que sucedan.

Salvo las soluciones farmacológicas (ansiolíticos y otras), sólo la meditación puede aliviar parte del ruido que suena en nuestra mente cada día.

Ahora, ¿quién puede meditar? No puedo. Te juro que lo he intentado. Tal vez necesite deshacerme de la ansiedad de tener que meditar y ver la actividad como un resultado a conseguir.

Pero entonces tendré que renunciar a otros resultados que están en la cola de las necesidades.

Un cliente me contó que, después de los 60 años, decidió llevarse a su mujer y viajar al menos 3 veces al año al extranjero.

Hoy tiene 70 años y ha conseguido mantener su plan de viaje de la última década. Pero todavía está muy ansioso. Porque todavía quiere crecer.

Ok estar deseando tomar un café paseando por los Campos Elíseos de París 🙂 🙂.

En cualquier caso, los que lo deseen, "comprarán" la ansiedad. Es así aquí y en Australia, a través de Nepal y Fiji.

La ansiedad es una condición intrínseca de la voluntad de poder, una condición humana que es "la voluntad de rendimiento".

Una forma de reducir este malestar es el pensamiento binario.

En primer lugar, la concienciación. Los resultados tardan mucho más en llegar de lo que nos gustaría. Las cosas de verdadero valor no son fáciles. El precio a pagar es exactamente ese: lo que valen.

En segundo lugar, centrarse. Pregúntate si "eso" (sea lo que sea) suma, suma a tu cuenta de resultados.

¿Sí? Sigue así.

¿No? Descártalo. Brevemente.

Esto reducirá tu ansiedad y no dejará que tu mente dé vueltas buscando evaluar profundamente cada situación, poniendo todo en espera, etc.

De hecho, toda decisión exige energía. Si piensas demasiado para hacer frente a la mayoría de las situaciones a las que te enfrentas cada día, habrás agotado tu energía. Y necesitas hasta la última gota de esa energía para mantener tu disciplina.

Si abres la guardia, todos los zombis invadirán tu castillo.

Estos zombis son los pensamientos "catastróficos", la duda sobre ti mismo y sobre tu capacidad para lograr tus resultados y, lo peor, el agotamiento mental.

El control del pensamiento es una falacia. Pero es posible reducir a niveles muy soportables el ruido innecesario que suena en la mente de los que logran y quieren más.

Al fin y al cabo, así es el viaje y estamos aquí para algo que realmente merece la pena.

Stavros Frangoulidis
Stavros Frangoulidis
CEO da PaP Solutions ⚡ Vamos conectar também no Linkedin

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