Cuando leí "El arte de la guerra" de Sun Tzu hace más de tres décadas, me di cuenta de que tendría que resumir y tratar de absorber sus enseñanzas en la medida de lo posible.
En aquella época utilizaba mucho los mapas mentales, un método creado por Tony Buzan para tomar notas y estudiar.
Tenía un buen puñado, unos 10, de mapas mentales de este libro.
Y los llevaba conmigo de arriba a abajo en una pequeña carpeta.
Luego compré todas las variantes de este libro, incluso una muy rara en forma de cómic.
El Arte de la Guerra es uno de los mayores tratados de estrategia de todos los tiempos.
"El verdadero objetivo de la guerra es la paz", dice el autor.
Hay que profundizar en las distintas capas de contenido y asumir la responsabilidad personal de su aprendizaje, en este caso la autoeducación.
El primer mandamiento de la autoeducación es que entiendas el concepto de educación, el proceso educativo, es decir, cómo nuestro cerebro aprende conceptos y los abstrae en nuevas sinapsis hasta modelar nuevas creencias.
La formación de alfabetizadores chinos es una de estas formas de educación que aboga por la formación humanizada de los alumnos, con el fin de despertar y desarrollar su mejor carisma para servir al Estado en sus necesidades más particulares.
Es bajo este aspecto que debemos entender a Sun Tzu, quien en sus 13 densos capítulos, subraya todas las habilidades que debe tener un comandante para obtener la Paz, incluyendo las habilidades para la guerra.
Si vas a leer El Arte de la Guerra, estúdialo.
Aunque sólo contiene un centenar de páginas, necesitará años para desentrañar su totalidad.
Aprenderás algunas claves generales que darán sentido a las muchas situaciones que nos encontramos a lo largo de la vida.
Una de las más grandes enseñanzas es: Sólo comienza una guerra, si realmente vale la pena y si estás totalmente preparado. Y si lo haces, hazlo rápido. Entrar y salir rápido.
Todo conocimiento comienza con los sentidos, que representan esquemas que generan conceptos abstractos con los que operamos.
En una situación de antagonismo, ¿cómo percibe el otro las cosas? ¿Eres capaz de saber o al menos de intentar saber? Sí, serás el maestro de la paz siempre que te conquistes a ti mismo primero y luego conquistes tus objetivos.
En el mundo empresarial manejamos conceptos abstractos, pero la mayoría de ellos son muy reales. Los sentimos en nuestra piel.
Tienes ahí fenómenos de nuestra cultura que son visibles a diario, pero que no están en la parrilla de nuestra educación formal.
La distancia entre la mesa de la universidad y la mesa de trabajo es abismal.
Los conceptos de Sun Tzu se aplican a estas situaciones y podrás comprenderlas en toda su densidad real y material existencial.
