No lo olvides.
Su oferta de venta, su propuesta, será compartida internamente en la empresa con la que quiere hacer negocios. Casi siempre.
Si negocias con una persona, parece que eres tú quien toma las decisiones. Incluso puede serlo, pero lo correcto es pensar que sólo es el decisor final, es decir, importante pero insuficiente.
Cualquiera que sea el papel o el poder de su interlocutor, compartirá la oportunidad internamente.
Sus correos electrónicos y propuestas llegarán a personas que ni siquiera saben que existen, pero que son cruciales.
Y es que si, a mitad de camino, alguien levanta la mano, tu negocio podría hundirse y no sabrías por qué.
Su oferta será revisada varias veces, hablada y pensada meticulosamente por varios.
Habla con uno, escribe a muchos.
