Victorias

Sé que eres un ganador.

De esto estoy seguro.

Usted está leyendo este texto, está con sus facultades mentales intactas y opera en el mercado.

Tú vendes. Tú también vendes.

No conozco a nadie en su condición que no haya ganado en la vida.

Ganar es conseguir lo que quieres.

Queremos clientes. Queremos clientes porque los clientes ponen dinero en nuestra cuenta corriente.

El dinero en nuestra cuenta corriente abre más opciones para usted y sus seguidores.

Puede ser que entre usted y esos clientes esté la empresa en la que trabaja. O puede ser que esta empresa sea la suya. En cualquier caso, la empresa (la suya o no) es el conjunto organizado de esfuerzos para generar valor de mercado.

Por lo tanto, en este contexto, que la empresa sea suya o no es irrelevante. Más clientes, más seguridad para usted, más opciones para usted.

Así que sé que estás en ese contexto.

Así que sé que tratas con gente desconocida todo el tiempo. Segundo hecho concreto que corrobora que eres un ganador.

Tratar con extraños es tratar con lo imponderable. Y hacer esto todo el tiempo, mira... Te lo diré: es para unos pocos, los muy pocos.

Tienes una enorme confianza en ti mismo, has comprendido que el juego está en una simple ecuación matemática y sabes que tu combustible es la concentración.

Cuanto más centrado, más energía concentrada para las cosas que quieres conseguir.

Y lograrás lo que quieres. Estás pagando el precio por ello.

Se acabó. Eres un ganador.

Hoy escribo para hablar de celebrar tus victorias.

Ese nuevo contrato, el objetivo cumplido, la nueva campaña que está funcionando, el equipo unido, el cliente contento con la entrega. Estas son sus victorias.

Nadie gritará goooool, nadie aplaudirá y no habrá una tarta sorpresa en tu casa por la noche.

Pero tú y yo sabemos y conocemos el sabor de esos logros. Fo#e el pastel.

No necesitamos pasteles ni aplausos. Un poco de tranquilidad para saborear el sabor de las pequeñas conquistas.

No sé vosotros, pero yo celebro mi semana así (las buenas, porque hay algunas que quiero trasladar a Nepal): Llega el sábado, me da un poco de hambre por la tarde y por la noche, no importa lo que haya para cenar, si fuimos a por pizza, comida rápida o barbacoa.

Pido una Stella de cuello largo casi maciza, una copa de helado rota, llena hasta arriba.

Y me meto en la garganta. Ahí están todos mis aplausos.

Stavros Frangoulidis
Stavros Frangoulidis
CEO da PaP Solutions ⚡ Vamos conectar também no Linkedin

Se você achou interessante, compartilhe :-)

LinkedIn
Facebook
Twitter
Email
WhatsApp